Tinmel, la mezquita bereber del Atlas

01.04.2017

Encontramos la localidad de Tinmel (o Tin Mal) en pleno Alto Atlas, a unos 100 km de Marrakech, en la ruta que une Marrakech y Taroudant a través del puerto Tizi-n-Test y a pocos kilómetros de Ijoukak. El entorno es de una belleza paisajística asombrosa y numerosos vestigios históricos transmiten la importancia que durante siglos tuvieron estas tierras, cuna del imperio almohade, el cual, desde aquí, se impuso al almorávide en el siglo XII y que se extendería por el Magreb hasta ocupar todo el sur de la Península Ibérica.

En el 1124, Mohamed Ibn Tumart, líder religioso de la tribu bereber masmudí de los Harga y fundador del movimiento almohade, se instaló en Tinmel, aglutinando a su alrededor a numerosas tribus bereberes. Tras su muerte en 1130, su alumno y sucesor Abd el Moumen, la declaró Ciudad Santa por hallarse en ella la tumba de Ibn Tumart y, en su memoria, mandó construir en el interior de la entonces ciudad amurallada, una imponente mezquita que recordara siempre las enseñanzas del guía espiritual.

En el año 1.276, tras la caída de los almohades y el ascenso al poder de sus rivales los meriníes, Tinmel fue saqueada y las tumbas de los sultanes y de Ibn Tumart profanadas. Cayó luego en el olvido y únicamente la mezquita ha llegado hasta nuestros días.

La mezquita de Tinmel, enclavada sobre una colina, fue diseñada inspirada en la Gran Mezquita de Taza, cerca de Fez, y sirvió de modelo para la mezquita de Koutubia en Marrakech. En 1990 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se accede a ella por una pequeña pista fácilmente identificable que cruza el río y es, junto a la mezquita de Hassan II en Casablanca, de los pocos edificios religiosos que pueden ser visitados por los no musulmanes.